Una escuela innovadora es la que ayuda a construir el mejor proyecto de vida
"La escuela innovadora es la que ayuda a construir el mejor proyecto de vida para cada uno de sus alumnos, sin distinción”. Alfredo Hernando, fundador de Escuela21
El pasado 25 de mayo tuvimos el placer de contar con la presencia de Alfredo Hernando, experto en innovación educativa y fundador de Escuela21, como ponente en la Jornada “Inspírate y conecta con tu aula” que organizada por Aulaplaneta en colaboración con Madrid5E se desarrolló en el CTIF Madrid-Capital. Al acto asistieron un centenar de docentes de centros públicos de la Comunidad de Madrid.
En su ponencia “Escuelas innovadoras e integración digital”, Hernando invitó a los participantes a reflexionar y actuar en pro de una educación innovadora capaz de transformar la realidad de las aulas, durante su exposición destacó que a nivel internacional se está viviendo un proceso de transformación del concepto de escuela. “Distintas escuelas y equipos de docentes sin conocerse empiezan a implementar ciertos cambios y empieza a cambiar el día a día."
Te dejamos un resumen con los aspectos más destacados de la intervención de Alfredo Hernando:
“Una escuela innovadora es la que ayuda a construir el mejor proyecto de vida para cada uno de sus alumnos, sin distinción. Son escuelas que cambian para lograr mejores resultados. Escuelas que se transforman en escuelas 21”.
¿Cómo extender su trabajo y sus proyectos? ¿Cómo lograr la transición de la escolarización a la personalización del aprendizaje? Promoviendo, legislando, dialogando en comunidad y con las familias para entender e impulsar que:
- La mejor evidencia de la innovación educativa es la mejora del proyecto de vida de nuestros alumnos. La innovación no termina en los dispositivos, las metodologías o los muros de cristal. La innovación tiene como misión el éxito de todo el alumnado de un centro, ¡sin distinción! Todo lo demás, por muy importante que nos parezca, quedará subordinado a este fin. El foco de la innovación es el rostro y el éxito de los alumnos.
- ¿Y qué entendemos por éxito? Algo que va más allá de los resultados académicos. Las escuelas necesitan acompañar el desarrollo de todas las competencias. Todas contribuyen al crecimiento, sobre todo cuando incluimos aquellas que hasta el momento, nos han resultado más difíciles de estudiar, aquellas que se han denominado erróneamente, y durante años, “blandas”: aprender a aprender, la competencia cultural y artística, la social y ciudadana y la autonomía e iniciativa personal. Apoyando esta línea de trabajo, en octubre, presentaré una nueva publicación gratuita y con licencias abiertas en colaboración con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. Será un buen momento para compartir y buscar soluciones juntos.
- Lograr modelos de seguimiento y evaluación de estas competencias es una labor imprescindible para evidenciar y entender la innovación. Necesitamos rúbricas y modelos de gradación de todas las competencias, modelos que vayan más allá de lo poco que ofrece la legislación actual. Esta tarea es una oportunidad única y una responsabilidad ineludible de las administraciones públicas, universidades y otras instituciones dedicadas a la investigación para compartir en abierto sus resultados con las escuelas. Se están gestando iniciativas, pero no serán suficientes sin la necesaria labor de las consejerías de educación y la red pública.
- Si la innovación busca mejorar todas las competencias de todos los alumnos, no tienen sentido discusiones entre tradición y modernidad, no se trata de batallas entre “docentes clásicos” o “docentes innovadores”. La innovación es crecimiento, crecimiento que siempre implica cambio y mejora de resultados, resultados que se hacen evidentes en las competencias de nuestros alumnos. La innovación es un clásico de toda escuela.
- Si la innovación es crecimiento, las escuelas innovadoras son escuelas que crecen. ¿Cómo crece una escuela? Cuando se dan las condiciones para que educadores y comunidad se desarrollen profesional y emocionalmente. Una escuela que innova, crece. Una escuela que crece, crece porque lo hace, sobre todo, su claustro.
- ¿Cómo crecen los claustros? Con proyectos educativos de creación compartida en su visión y en sus sueños, planeando de manera distribuida, evaluando la mejora de su proyecto y tomando como evidencia fundamental el éxito de sus alumnos; permitiendo que si un centro crece y mejora, parte de su plantilla pueda permanecer para seguir implementando el modelo; visitando, conociendo y acompañando aulas y compañeros del propio centro y de otros centros de la región, aprendiendo de prácticas de otras escuelas en países distintos pero en contextos semejantes... La formación del profesorado no es un curso, es un modo de vivir centrado en la observación y la práctica reflexiva.
- El centro es la unidad de cambio del sistema educativo. Por debajo del centro el cambio no es sostenible en el tiempo, por encima no es manejable. Necesitamos por tanto, poner el foco en el crecimiento de equipos de profesores, con redes de centros que impacten en municipios y ciudades educadoras.
- Las investigaciones internacionales y los resultados de progreso como país no aportan valor para generar cambios a pequeña escala, en el día a día. Cumplen otros objetivas, son necesarias pero no son las únicas. Necesitamos estudios e investigaciones sobre buenas prácticas tomando a las escuelas como referente, que superen las fronteras de cada país para comprobar cómo distintas escuelas en distintos lugares del mundo están creciendo con proyectos semejantes. Encontremos y analicemos estos proyectos de éxito para su replicación y adaptación allí donde más se necesitan. Apoyemos el cambio en la evidencia científica tomando aulas y escuelas como centros de estudio
- Si la innovación busca los mejores resultados de los alumnos, los centros con mayor probabilidad de crecer y mejorar son aquellos en las zonas de mayor necesidad. Por eso las escuelas en los entornos de mayor dificultad socioeconómica necesitan de los mejores docentes.
- Trabajando con las familias integradas en el proyecto educativo de centro más allá de las Asociaciones de Madres y Padres. El éxito en el proyecto de vida de los alumnos comparte responsabilidad a partes iguales entre la escuela y la familia. En el momento de transformación que vivimos es necesario integrar a las madres y a los padres en el día a día, más allá de las reuniones con los tutores. Solo su participación garantizará la comprensión del proyecto educativo. Contemos con ellos como profesionales, expertos, diseñadores de experiencias, consejeros, organizadores de eventos, patios y actividades, etc...