Los beneficios del trabajo en equipo
La cooperación y la colaboración han sido siempre algo intrínsecamente humano aunque, como afirma el sociólogo Richard Sennet, pueda estar en peligro a causa de unos tiempos caracterizados por el individualismo. Sin embargo, desde el ámbito educativo encontramos propuestas que parecen indicar el retorno de modelos de cooperación siendo, además, algo positivo a diferentes niveles y con múltiples ventajas:
El impacto positivo en el alumnado
Tal y como comentábamos más arriba, los beneficios del aprendizaje cooperativo son muchos y muy variados. Empezaremos con su impacto positivo en el alumno:
- Implica mejoras en la adquisición del conocimiento y en el rendimiento académico.
- Permite aumentar en cantidad y calidad las interacciones tanto entre los propios alumnos, como con el profesor, así como con la institución educativa y el propio entorno de la escuela.
- A nivel de educación en valores se muestra como un tipo de aprendizaje de importancia capital: fomenta el respeto y la aceptación, la empatía y la autoestima, la ayuda mutua y la solidaridad, etc.
- Pone al alumno en el centro del aprendizaje.
- Crea un sentido de pertenencia (tanto con el grupo como con la clase) y una interdependencia positiva surgida del compromiso por conseguir los objetivos individuales y comunes.
- Permite mezclar alumnos con diferentes desempeños para que se ayuden entre ellos. Esto implica que haya diferentes ritmos, pero también abre nuevas posibilidades de colaboración que hacen progresar el trabajo.
Las conexiones con otros aspectos educativos (y no tan educativos)
Las conexiones con otros aspectos educativos son muy amplias y tienen incidencia en varios aspectos que os vamos a mostrar:
- El trabajo en equipo es eminentemente activo, con todas las ventajas de las que ya os hemos hablado en aulaPlaneta con anterioridad.
- Tiene un vínculo directo con la integración y la inclusión en el aula, especialmente, desde la premisa aprender juntos, alumnos diferentes que implica una cooperación entre iguales y entre el conjunto de la comunidad educativa. Para ello es necesaria una transformación de la escuela, de la cultura docente, de los procesos de enseñanza-aprendizaje y, además, implica la gestión de la heterogeneidad y la diversidad.
- Podemos aprovechar el trabajo en equipo para rediseñar el aula, uno de los aspectos clave que nos puede ayudar a tener éxito.
- Las conexiones con nuevos modelos de aprendizaje y actividades son amplísimas: gamificación, aprendizaje basado en problemas y trabajo por proyectos, juegos de rol y simulaciones, estudios de caso e investigaciones. Todos estos modelos o tipos de actividades pasan por plantear trabajos de carácter cooperativo.
- Muy relacionado con el anterior punto, los entornos colaborativos facilitan los proyectos interdisciplinarios ya sea a nivel de clase o de centro.
- Por último, teniendo en cuenta, el cada vez mayor interés por vincular el mundo de la escuela con el trabajo, el aprendizaje colaborativo nos permite realizar un pequeño acercamiento al futuro laboral de nuestros alumnos. De la misma forma que en el trabajo no funcionamos en compartimentos estancos y necesitamos adaptarnos a diferentes personalidades y niveles (ya sea de conocimiento o de cargos) así lo tendrán que hacer nuestros estudiantes en sus actividades colaborativas.
TIC’s para una mayor colaboración
La irrupción de las nuevas tecnologías ha significado un catalizador para el trabajo cooperativo. El uso de herramientas de comunicación permite la comunicación síncrona y asíncrona, en cualquier momento y con cualquier lugar. Esto permite la posibilidad de trabajar de forma local, regional o global con lo que podemos trabajar la interculturalidad.
Además, se han creado espacios diseñados específicamente para el trabajo colaborativo, la compartición de información y la comunicación como son las wikis, Google Docs o los entornos virtuales de aprendizaje como Moodle. A la hora de presentar el trabajo también han surgido multitud de herramientas, desde Slideshare a Issuu y, a la hora de difundir el trabajo de nuestros alumnos, disponemos de las redes sociales. Por último, el trabajo cooperativo también nos permite fomentar el BYOD (Bring Your Own Device) y trabajar el aprendizaje móvil.
Algunos consejos para el profesorado
Como siempre, desde aulaPlaneta, nos gusta ayudar al docente cuando se ha de enfrentar a nuevas actividades o metodologías. En primer lugar, si bien las actividades cooperativas tienen un alto grado de flexibilidad, hemos de diseñar una actividad estructurada que implique explicar a los propios alumnos como deberán trabajar. Las actividades colaborativas parten de la base de repensar liderazgos y roles en el aula, en este caso, el profesor pasará a ser guía, supervisor y gestor de grupos y el alumno tendrá que participar activamente. También es muy recomendable realizar una evaluación posterior con los alumnos: ¿qué han sentido? ¿qué han aprendido? ¿qué “conflictos” han surgido? etc.
Por último, además de las “ayudas” que habéis encontrado en este artículo, os recordamos que podéis consultar libros y experiencias que ya se estén realizando en otros colegios y, si vosotros sois los siguientes, no dudéis en explicárnoslo