Enseña a tu hijo a comprender y respetar a las personas con discapacidad
Ni siquiera existen datos de cuántos niños con discapacidad hay en el mundo, y esa invisibilidad en las estadísticas sobre infancia o educación es solo uno de los problemas y dificultades con las que tienen que lidiar cada día. Es tu responsabilidad como padre enseñar a tu hijo a respetar a los demás, aunque sean diferentes, como parte fundamental de la labor de integración y apoyo que necesitan estas personas. Con sensibilidad y algunos consejos conseguirás inculcar estos valores a tu hijo.
EN BUSCA DE UNA SOCIEDAD INCLUSIVA
El último informe de Unicef, El Estado de la Infancia, se centra precisamente en los niños con discapacidad, y llama la atención sobre las barreras a las que tienen que enfrentarse, desde edificios inaccesibles hasta actitudes despectivas y discriminación en todas sus formas. Todo ello les aísla, les excluye de la sociedad y les priva de derechos que otros niños sí disfrutan.
EDUCAR PARA LA CONVIVENCIA, EN LA ESCUELA Y EN CASA
Entre los factores estudiados por Unicef para lograr una sociedad igual para todos se destaca la educación como uno de los principales ámbitos de trabajo. Por ejemplo, es importante contar con herramientas en las escuelas que ayuden a todo niño con necesidades especiales a aprender, integrarse y convivir como el resto. Pero la educación va más allá del ámbito escolar, y los padres tienen un papel fundamental.
Educar en valores es una de las tareas más importantes de la familia, y el aprendizaje emocional supone uno de los procesos formativos claves en el crecimiento de un niño. La tolerancia, la generosidad y la solidaridad son algunos de esos valores que pueden ayudar a que tu hijo comprenda, respete y apoye a quienes son diferentes, conviva con ellos y vea la persona que se esconde tras la discapacidad. Los siguientes consejos pueden ayudarte a transmitir a tu hijo normas de conducta y actitudes respetuosas hacia cualquier persona, sea cual sea su condición, su sexo o su apariencia.
6 CONSEJOS
- 1. Trata la discapacidad con naturalidad. Tu hijo pregunta y hace comentarios ante aquello que le llama la atención, y es probable que reaccione así ante una persona con discapacidad, a quien percibe diferente. Escúchale y respóndele, no censures su curiosidad ni evites el tema. Explícale que esa persona con discapacidad puede parecer distinta, pero siente, disfruta y sufre como cualquiera. A veces las actitudes negativas son fruto de la falta de información o el miedo ante lo desconocido. Hay recursos que pueden ayudarte, como:
- – La guía ilustrada Diferentes, para hablar sobre discapacidad en familia.
- – El cuaderno Ni más ni menos, para explicar la discapacidad explicada a los niños.
- 2. Cuida los términos. Explica las cosas con sencillez y cariño, llamando a las cosas por su nombre con claridad, porque eso es lo que los niños necesitan. Pero ten cuidado con los términos que eliges y evita palabras que puedan resultar despectivas o incorrectas. Habla siempre de las cualidades de la persona, antes que de su discapacidad, para que esta no se convierta en un prisma a través del cual la miras.
- 3. Ayúdale a que se ponga en el lugar del otro. La empatía es uno de los valores más importantes en la educación del niño y una de las herramientas más poderosas para enfrentarse a los desafíos de la vida. Anima siempre a tu hijo a tratar de entender a quien tiene dificultades o se siente solo, para que se solidarice con él. Para ello, por ejemplo, incide más en lo que les une que en sus diferencias.
- 4. Enséñale la diferencia entre apoyo y compasión. Inculca a tu hijo la importancia de ayudar y apoyar a quien lo necesita, pero hazle ver que esa persona no es inferior ni debe subestimarla, solo tiene unas necesidades diferentes a las suyas. Explícale que preguntar siempre es un buen paso previo antes de ayudar a una persona con discapacidad.
- 5. Tolerancia, excepto a la falta de respeto. La tolerancia es otro de los comportamientos y sentimientos que debes fomentar en tu hijo o hija. Tolerancia hacia los demás y hacia su forma de pensar, pero nunca hacia el desprecio. Explícale que la violencia, el insulto, la burla o el sufrimiento nunca deben ser tolerados y anímale a que se posicione de parte del débil.
- 6. Sé un ejemplo. Los niños reciben información y normas a todas horas, pero hay algo en lo que siempre se fijan: los hechos. Por eso es fundamental que des ejemplo con tus actitudes y con tu manera de relacionarte con personas con discapacidad. Bastará con gestos tan sencillos como ceder el paso, ayudar, compartir, defender a quien no puede hacerlo o aceptar lo que es diferente.
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