“La tecnología educativa, algo sobre lo que discutir, cuestionar, desafiar… y cambiar” Crónica del EdTech Congress Barcelona 2025

24 de Febrero 2025

“La tecnología educativa, algo sobre lo que discutir, cuestionar, desafiar… y cambiar” Crónica del EdTech Congress Barcelona 2025

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Cada vez es más común ver el uso de la inteligencia artificial en el aula y plataformas digitales que prometen personalizar el aprendizaje. Pero, más allá del entusiasmo, ¿realmente estamos mejorando la educación con estas herramientas? ¿O estamos digitalizando viejas prácticas sin cambiar la forma en que aprendemos?

Este debate es más actual que nunca. Mientras algunos países y comunidades educativas prohíben el uso de dispositivos en las aulas por preocupaciones sobre la concentración y el bienestar del alumnado, al mismo tiempo, herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT se cuelan en la rutina del alumnado para hacer trabajos, responder preguntas o incluso generar ideas creativas. Nos encontramos en un momento de tensión entre quienes piden limitar el uso de la tecnología en la educación y quienes buscan aprovechar su potencial para transformar la enseñanza.

Con esta premisa, el EdTech Congress Barcelona 2025 celebrado los pasados 18 y 19 de febrero reunió a docentes, investigadores/as, responsables educativos y empresas tecnológicas para abordar y debatir sobre el impacto real de la tecnología en las aulas y el futuro de la enseñanza digital. 

Evaluación de la tecnología educativa: elegir con criterio en un ecosistema abrumador

Una de las temáticas centrales del evento se enfocó en reflexionar sobre el impacto real que genera la tecnología en la educación, alejándonos de visiones excesivamente optimistas o catastróficas. Las ponencias y talleres sobre este tema pusieron sobre la mesa un problema clave: la tecnología educativa crece sin freno, pero muchas veces no sabemos qué herramientas aportan realmente un valor pedagógico. Con tantas aplicaciones, plataformas y dispositivos disponibles, ¿cómo pueden los centros educativos y el profesorado tomar decisiones informadas?

Neil Selwyn, investigador y Catedrático de Educación de la Universidad de Monash, Melbourne y autor de la cita que titula este artículo, fue muy claro durante su intervención: “No podemos seguir creyendo que la tecnología nos va a salvar”. Señaló que, aunque las herramientas digitales pueden enriquecer la enseñanza, muchas veces se han implementado de manera errática, sin tener un objetivo claro o unos estudios rigurosos que respalden su impacto positivo real. 

Uno de los desafíos más mencionados sobre el uso de las tecnologías educativas fue la falta de criterios comunes para evaluar las herramientas digitales. En este sentido, todos y todas las expertas coincidieron en la necesidad de crear unos sistemas de evaluación confiables y acordados entre administraciones educativas, empresas tecnológicas y docentes basados en la pedagogía, la ética y la sostenibilidad. 

Así mismo, Maria del Mar Sánchez, doctora en Pedagogía y miembro del grupo de Investigación de Tecnología Educativa de la Universidad de Murcia, abordó otra cuestión fundamental: la falta de formación docente sobre el uso pedagógico de la tecnología. Durante su intervención explicó que, en muchas ocasiones, se han introducido dispositivos en el aula sin una estrategia clara, generando una sensación de frustración entre el profesorado y un aprendizaje superficial para el alumnado. 

No podía faltar tampoco el debate sobre la creciente tendencia de prohibir los dispositivos en algunos centros. Si bien la desconexión digital tiene beneficios en algunos contextos, la mayoría de ponentes coincidió en que el problema no es, ni será nunca la tecnología en sí, sino cómo se utiliza y qué formación tienen profesorado y alumnado para aprovecharla

Evaluación formativa del aprendizaje con EdTech: repensar la enseñanza desde la tecnología 

Por otro lado, el congreso abordó cómo la tecnología puede mejorar la evaluación formativa y ayudar al profesorado a realizar un seguimiento mucho más preciso del aprendizaje de su alumnado. 

En este sentido, uno de los temas estrella fue la IA. Miquel Flexas, Profesor de ciencias del FEST El Temple y director del Observatorio IA, explicó que la IA puede automatizar el proceso de retroalimentación, más allá de ayudar al profesorado a personalizar actividades y ayudarles a tomar mejores decisiones. De la misma manera, Flexas dejó muy claro que la calificación final debe seguir siendo responsabilidad única del profesorado, y no de una máquina. 

Carme Artigas, Co-Chair en el AI Advisory Board de la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas sobre Tecnología, alertó sobre la "deshumanización del aprendizaje" si la IA se utiliza sin un marco pedagógico sólido. Además, el uso masivo de estos sistemas plantea desafíos en la privacidad de datos, sesgos algorítmicos y dependencia tecnológica.

Por su parte, Mariana Morales, Consultora Educativa Independiente en Evaluar y Aprender, destacó que la evaluación formativa no debe tratarse de calificar todo, sino de recoger evidencias necesarias y útiles. Más concretamente, insistió en que la recopilación excesiva de datos “irrelevantes” puede convertir la evaluación en mera burocracia. 

Evaluación de los sistemas educativos: repensar la medición del aprendizaje 

Por último, algunas ponencias se concentraron en cuestionar cómo podemos evaluar la calidad del sistema educativo en la era digital y qué modelos pueden ayudar a mejorar el aprendizaje del alumnado. 

Lucas Cortázar, Director de Educación en el Centro de Políticas Económicas de Esade, expresó que la evaluación externa en España sigue siendo ineficiente y burocrática. Insistió en que es necesario transicionar hacia un modelo más ágil y útil para los centros educativos, alejándonos de las pruebas estandarizadas que generan más ruido que información práctica. 

En este sentido, se exploró la posibilidad de utilizar el uso de bancos de ítems y modelos de evaluación en tiempo real, que puedan medir las competencias sin depender de pruebas escritas rígidas. De la misma manera, se abordó la propuesta de implementar un enfoque mucho más descentralizado, a partir de evaluaciones formativas que permitan al profesorado tomar mejores decisiones en su día a día. 

En definitiva, la evaluación externa del sistema educativo español necesita de una transformación profunda que se enfoque en proporcionar información útil para mejorar la enseñanza y el aprendizaje en tiempo real, alejándose de los resultados finales. 

Conclusión general: una evaluación con propósito

Si una cosa dejó clara el EdTech Congress Barcelona 2025 fue que la tecnología es una herramienta, pero que en nosotros depende el impacto que logremos con ella. 

El futuro de la educación digital no puede definirse solo desde Silicon Valley o por las grandes empresas tecnológicas. Debemos ser nosotros y nosotras como docentes, investigadores/as, centros y alumnado quienes marquen el rumbo, asegurando que la tecnología contribuya a la mejora del aprendizaje. 

La clave no está en los extremos, en prohibir o digitalizar sin sentido, sino en encontrar un equilibrio que nos ayude a construir una educación más eficaz, equitativa y humana.