La Inteligencia Artificial Generativa es una evolución de la inteligencia artificial capaz de producir textos, imágenes y otros contenidos a partir de patrones de datos ya existentes y de otros generados por ella misma. 

Su aparición provoca gran controversia en el mundo de la educación porque para algunos es una herramienta tecnológica que permite el desarrollo integral y el aprendizaje continuo. Y para otros, la IAG puede limitar la capacidad creativa del alumnado y también su pensamiento crítico. Ambos razonamientos son válidos y ambos precisan de más conocimiento y experiencia educativa para ser una realidad, en un caso, y no convertirse en un problema, en otro.

Propuestas prácticas para trabajar la Inteligencia Artificial Generativa

A partir de los riesgos que nos plantea la IAG presentamos algunas actividades que pueden ayudar a contrarrestarlos y también a conocer en más profundidad esta herramienta tecnológica con el fin de enseñar para, sobre y con la IAG:

• Mostrar los sesgos algorítmicos de la IAG: Con el objetivo de ser conscientes de los sesgos sociales, raciales o de género que la Inteligencia Artificial Generativa realiza en sus contenidos, podemos presentar al alumnado ejemplos reales, como casos de discriminación en procesos de selección de personal o de acceso a servicios financieros, donde los sesgos algorítmicos han influido negativamente. 
• Enseñar a discernir entre información veraz y falsa: No todo lo que nos dice la IAG es verdad, ya que puede inventar contenido o referencias bibliográficas que parecen completamente reales, pero no lo son. Asimismo, las deepfakes, es decir, aquellos contenidos falsos creados mediante inteligencia artificial son una amenaza para la integridad de la información. 

Para evitar reproducir este contenido incorrecto y propagar la desinformación es fundamental contrarrestarla y desarrollar habilidades de análisis y pensamiento crítico. Con este propósito el o la docente puede mostrarles una lista de noticias en las que aparezcan deepfakes y contenidos veraces para que el alumnado juegue a distinguirlas. 

• Fomentar la no dependencia de la IAG para los trabajos escolares: Con la intención de promover un uso equilibrado de la IA y mostrarles que sin su intervención también son capaces de confeccionar trabajos y actividades escolares, el profesorado puede proponer la desconexión digital, en este caso, de la Inteligencia Artificial Generativa limitando su uso en la escuela y ofreciéndoles realizar sus tareas de una manera más manual. Para esta actividad hay que establecer previamente qué recursos pueden emplear y qué otros están prohibidos.
• Concienciar al alumnado sobre protección de su información personal: Los y las estudiantes deben entender que la privacidad y seguridad de sus datos son algo que no se deben tomar a la ligera porque su información personal se convierte en una mercancía que va pasando de mano en mano y puede utilizarse de manera fraudulenta. Con el objetivo de mostrarles todos los peligros que existen cada vez que ceden sus datos, el profesor o profesora puede, mediante una infografía, darles a conocer cómo funciona la protección de datos y cómo las redes sociales, videojuegos o empresas a través de su política de privacidad nos comunican que van a hacer con dicha información y si la cederán a terceros. A partir de lo explicado se puede iniciar un debate entre el alumnado.
• Reflexión sobre existencia de la brecha tecnológica: La imposibilidad de acceder a dispositivos tecnológicos y la falta de conectividad en muchos hogares impide la participación en la educación en línea y el uso de herramientas de IA. Ello agudiza las desigualdades educativas y limita las oportunidades de desarrollo y éxito académico. Con el objetivo de concienciar sobre esta realidad, el alumnado, repartido en grupos, puede buscar información sobre dicha temática para con ella confeccionar material técnico y audiovisual a partir del cual poder debatir. 
• Mitigar el desconocimiento de la IAG por parte de la comunidad educativa: Por lo general, tanto las familias como el profesorado están faltos de competencias en este campo. Y, aunque, es posible que el alumnado sepa más que sus docentes y progenitores, lo cierto es que también tienen mucho que aprender. Con el propósito de compartir conocimientos, a la par, que instruirse el estudiantado preparará material didáctico en el que se explique qué es y cómo funciona la Inteligencia Artificial Generativa. Además, darán a conocer ejercicios con los que practicar y experimentar en comunidad y crearán espacios de colaboración y compartición de conocimientos.
  
   

Estas son solo algunas de las prácticas que se pueden llevar a cabo en las aulas. Hay muchas otras. Si como docente ya has realizado alguna, te invitamos a compartirlas con nosotros y el resto de compañeros y compañeras en nuestras redes sociales. 

Negarse al uso de la Inteligencia Artificial Generativa es un sinsentido y más cuando sabemos que es una tecnología que ha venido para quedarse. Es por eso, que la opción más sensata es conocer su funcionamiento con sus pros y sus contras e intentar aprovechar al máximo las oportunidades de aprendizaje que nos ofrece. 

Saber más:

• Guía sobre el uso de la inteligencia artificial en el ámbito educativo. Recuperado en INTEF.com
• La inteligencia artificial (IA) en el ámbito educativo. Elaborada por el Gobierno de Canarias
• ¿Qué es la IA generativa? Artículo recuperado en SAP.com
• 7 errores comunes en el uso de la inteligencia artificial generativa en la docencia y cómo evitarlos. Recuperado en Academy Totemguard