Activa las competencias blandas en la comunicación con tu alumnado

16 de Enero 2025

Activa las competencias blandas en la comunicación con tu alumnado

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Profesora alegre interactuando con sus alumnos en clase

De entre todas las competencias blandas, probablemente ninguna sea tan importante para el profesorado como la de saber comunicarse. Pero esta capacidad requiere de otras para poder desarrollarse de forma plena y efectiva.

La comunicación es una habilidad fundamental para el desarrollo de la profesión docente. Una buena comunicación permite expresar un mensaje de forma efectiva, y sobre todo hacerlo desde la empatía o la resiliencia ante las posibles reacciones del alumnado. Habilidades que se enmarcan en las llamadas competencias blandas, consideradas fundamentales para el profesorado en la actualidad.

 

El camino hacia una comunicación efectiva

Entendemos por competencias blandas o Soft Skills todas esas capacidades que tenemos las personas para relacionarnos con los demás y con nosotros mismos en diferentes contextos como, por ejemplo, el educativo. Estas competencias constan de habilidades que pueden haberse adquirido de forma natural pero que también pueden aprenderse y practicarse. Entre ellas, destacamos las siguientes, aplicándolas a la relación entre profesorado y alumnado:

  • Capacidad para trabajar en equipo: La comunicación con otros profesores es en ocasiones tan importante como la que puedas tener con tu alumnado. Aprovecha el contraste de opiniones e impresiones que sobre tus alumnos y alumnas pueden aportar otros docentes para conocerlos y conocerlas mejor.
  • Resiliencia: la adaptabilidad a los cambios es uno de los desafíos más recurrentes en la profesión docente de hoy, con lo que saber cómo actuar ante ellos es una habilidad fundamental. La movilidad geográfica del alumnado, la inestabilidad económica de sus familias o las barreras idiomáticas son algunos de los desafíos cotidianos que asumen muchos profesores y profesoras, y en los que la resiliencia juega un papel fundamental.

 

El valor de la gestión emocional

No parece casual que la importancia de las competencias blandas se haya visto incrementada después de la pandemia de la Covid-19. Durante el confinamiento, la comunicación a través de la red se convirtió en la única forma de enseñanza posible para la mayoría de los profesores y profesoras. Una situación que además de competencias en alfabetización digital puso sobre la mesa la importancia de la Inteligencia emocional, pilar fundamental de las competencias blandas que puedes utilizar en tus clases. Y lo es por los siguientes motivos:

  • El autoconocimiento emocional. Algo muy necesario para poder identificar las emociones propias, pero también las ajenas. Lo que desde la posición del profesorado permite detectar y leer los estados emocionales del alumnado y actuar en consecuencia.
  •  La autorregulación emocional, que puede ser muy beneficiosa desde la perspectiva del profesor especialmente en lo que se refiere a la gestión del estrés. Piensa que el bienestar del alumnado y el buen clima que pueda haber en el aula pasan, en gran parte, por el tuyo.
  • El desarrollo de la empatía, que abre la puerta a entender las situaciones vitales del alumnado y el modo en que estas inciden en su estado de ánimo. Además, el entender sus emociones como si fueran las tuyas tiende puentes que pueden ser muy productivos desde una perspectiva educativa.
  • El desarrollo de habilidades sociales, que te permitirán adaptarte a las dinámicas emocionales que pueden darse en tu aula, favoreciendo la cohesión del grupo y su aprendizaje significativo. La adaptabilidad es la clave para poder acompañar a tu alumnado, manteniendo tu función educativa y obligaciones curriculares en todo momento.

 

Objetivo: una educación integral

Todas estas competencias blandas y habilidades comunicativas confluyen en un objetivo principal como es el de la formación integral del alumnado. Es decir: una formación que no solo pase por la transmisión de contenidos curriculares, sino que también contemple el desarrollo emocional y social de los estudiantes. Aspectos que puedes poner en práctica en el aula a partir de las siguientes estrategias:

  • Practica la escucha activa en el aula, no solo con finalidades estrictamente curriculares sino también desde la empatía, para conocer mejor a tus alumnos y alumnas. Además de un lugar de aprendizaje, haz que tu aula sea también un espacio de acogida para tu alumnado.
  • Vincula la normativa del aula al respeto hacia los demás, y no como una demostración de tu autoridad. Aunque plantea numerosos desafíos, comunicarles a partir del ejemplo y cuidados que son parte de un proyecto y no un receptáculo de contenidos cohesiona y reafirma su aprendizaje.
  • Promueve actividades grupales que impliquen desarrollar la comunicación, como por ejemplo los debates, y que interpelen a los alumnos y alumnas empujándoles a posicionarse, expresarse y defender sus opiniones. Además de lo que una actividad como esta pueda aportarles en términos de autoestima y oratoria, supondrá una buena oportunidad para tender puentes de empatía entre tu alumnado y tú.
  • Repite las cosas las veces que haga falta. Beneficiará la atención y motivación en clase, y reforzará la sensación del alumnado de sentirse acogido por tu parte. Una forma de plantear tu disponibilidad para resolver sus dudas siempre que sea necesario es la de ofrecerte a hacerlo, de viva voz, en tus clases.

 

¿Practicas las competencias blandas en tus clases? ¿Cómo te comunicas con tu alumnado? Comparte tus impresiones con nosotros y este post con tus contactos.

 

Para saber más:

Artículo: Comunicación asertiva en profesores: diagnóstico y propuesta educativa, por Dora Cristina Cañas Betancur y Jacqueline Hernández Sánchez.

Video: Cómo desarrollar las Soft Skills: las poco reconocidas habilidades clave en el futuro, por Jaume Lladó.