Consejos para mejorar la comunicación de las familias con la escuela

18 de Noviembre 2024

Consejos para mejorar la comunicación de las familias con la escuela

En familia
madre con su hija dando la mano al profesor

La comunicación entre familia y escuela es un aspecto muy importante para el alumnado. En este post, nos centraremos en cómo puede fortalecerse el equipo formado entre escuela y familia y sus beneficios.

La comunicación entre el centro educativo y las familias se convierte en un elemento crucial para el buen desarrollo personal y educativo del alumnado. Aunque como sabemos que esas relaciones no siempre son todo lo fluidas que podrían ser, en las próximas líneas os ofreceremos algunos consejos para suavizarlas. Empezando, en esta ocasión, por la parte correspondiente a las familias.

 

Cómo comunicarse (bien) con la escuela

Durante todo el curso surgen dudas sobre lo que sucede en el aula de nuestros hijos e hijas. Una buena forma de resolver estas inquietudes es hablarlas con el tutor o tutora, o con el centro educativo donde estén inscritos. Y si no sabes por donde empezar, aquí tienes tres consejos:

  • Define tu objetivo: Si no tenéis claro lo que queréis explicar al centro educativo no conseguiréis comunicarlo de forma efectiva. Un buen ejercicio para alcanzar esta meta consiste en hacerse a la idea de que la escuela no tiene porqué estar al corriente de la situación que queremos plantear. Y a partir de ahí trabajar como explicarla de la forma más veraz posible.
  • Elección del canal más adecuado para comunicarse con el centro: No es lo mismo enviar un correo electrónico que hacer una tutoría de forma presencial o dejar un comentario en la página web del centro. El canal que elijáis condicionará la forma en que os comuniquéis con la escuela, así que cuidaos de que sea el más adecuado a vuestros propósitos.
  • Haz un seguimiento de la comunicación: No todo se resuelve con una sola comunicación. Hay numerosas situaciones que pueden darse en una escuela que requieren un seguimiento más o menos sostenido en el tiempo, y que requieren estrategias (y canales) diferentes a medida que se desarrollan sus posibles soluciones.

Todos estos elementos tienen una incidencia considerable en la efectividad con la que nos comunicamos con el centro educativo en cuestión, pero serían insuficientes en ausencia de estrategias comunicativas que permitan que el mensaje llegue a su destino correctamente.

Existen muchas estrategias de comunicación que en buena medida dependen del contexto en el que se producen. A continuación, os apuntaremos algunas de ellas, centradas en el mundo de la educación reglada. Son las siguientes:

  • Asertividad: Aunque pueda resultar obvio nunca está de más recordar que comunicarse desde la agresividad es la peor forma de abordar cualquier problema. Pero tampoco debe olvidarse que la pasividad (entendida como un abrazo ciego a todo lo que se nos plantee como solución) no solo no resuelve nada si no que, como ocurre con la agresividad, suele empeorar aún más la situación. Por el contrario, la asertividad permite expresarse desde la firmeza sin tener que imponernos, abriendo la puerta a pactar nuestros objetivos con la escuela y así sumar esfuerzos en lugar de enfrentarlos.
  • Conocer al interlocutor: Una escuela tiene diferentes componentes con mayor o menor grado de implicación en las políticas escolares. La AFA, la dirección de la escuela, la secretaria o el profesorado, por poner algunos ejemplos, parten de lugares distintos, pero también tienen un poder de decisión muy diferente. Saber a quién acudir y con quién debemos comunicarnos en cada situación puede ser un elemento de capital importancia. Y eso pasa por conocer los diferentes canales de comunicación externa de la escuela, así como su función y alcance.

 

Para aliarse hay que comunicarse

La alianza entre unos y otros a través de la comunicación plantea una serie de beneficios para las familias que creemos importante destacar:

  • Permite un mayor seguimiento a todos los niveles: La fluidez del proceso de comunicación deriva en la mayoría de ocasiones en un mayor conocimiento de las familias sobre cómo están sus hijos e hijas en su ausencia. Y siempre y cuando eso no derive en un exceso de sobreprotección o control sobre sus vidas, eso puede beneficiar mucho su desarrollo emocional.
  • Convierte el entorno familiar en un vaso comunicante de lo que se aprende en la escuela: Saber qué ocurre dentro del centro en el que estudian nuestros hijos e hijas permite reflexionar sobre sus aprendizajes. De esta forma puede acompañarse desde casa su aprendizaje, lo que suele tener efectos muy positivos a nivel educativo.
  • Genera comunidad educativa: El ir todos a una provoca unidad. Algo inevitable que a veces puede ir acompañado de ciertos retos que pueden solventarse con un mayor grado de comunicación entre todas las partes implicadas en la educación de nuestros hijos.

Aunque probablemente no exista un mayor beneficio para las familias en su comunicación con la escuela que poder prestarle una mayor atención a los niños y adolescentes que estudian allí. Y para poder hacerlo, no hay mejor manera que comunicarse directamente con ellos y conocer de primera mano cómo es su experiencia.

¿Qué estrategias y canales utilizáis para comunicaros con la escuela de vuestros hijos e hijas? Compartid vuestras experiencias con nosotros y este post con vuestros contactos.

 

Para saber más:

Artículo: La comunicación entre familia y escuela, por José Luis Guzón Nestar y Fernando González Alonso.

Video: Relación familia y escuela, por Mª Ángeles Hernández