Impulsa el Aprendizaje Basado en Proyectos en tu aula

25 de Septiembre 2024

Impulsa el Aprendizaje Basado en Proyectos en tu aula

Recursos TIC

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es parte de las llamadas pedagogías activas, por su capacidad de hacer del y de la alumna agentes igualmente activos de sus respectivos procesos de aprendizaje, a través incluso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). 

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es un efectivo y muy extendido método de aprendizaje. En él, el alumnado debe desarrollar y evaluar un proyecto aplicable fuera del espacio del aula. Es un recurso educativo destinado a alumnados de edades y circunstancias muy variadas, pero requiere de determinados elementos a tener en cuenta para que resulte todo lo efectivo que puede llegar a ser. Es por eso por lo que en las próximas líneas os propondremos algunos consejos e instrucciones, para que su implementación en vuestras clases sea un éxito.

 

Beneficios del ABP

El uso habitual del ABP en diferentes contextos educativos se debe a sus muchas cualidades. El aprendizaje a través de la experiencia, el aprender haciendo, o el análisis crítico de los conocimientos con los que se constituye el proyecto en sí son algunas de ellas.

Pero hay otros elementos educativamente valiosos incluidos en este método educativo que permite dinamizar muchas de las materias en las que se introduce. A continuación, os apuntamos unos cuantos:

  1. Resulta muy motivador. Buscar, recoger, estructurar y contrastar son parte del aprendizaje activo. Lo que tiene entre sus efectos más plausibles un incremento de interés en lo que se está aprendiendo muy considerable. Y más aun si tenemos en cuenta que el proyecto que se elija puede estar relacionado, dentro de ciertos límites, con las realidades de vuestro alumnado.
  2. Dota de autonomía de aprendizaje a vuestros alumnos y alumnas. Ni que sea por el simple hecho de que, una vez empezado el proceso, vuestro rol como docentes es el de acompañarlos en su camino. Como docentes deberéis darles ciertas instrucciones, revisar sus avances y resolver sus dudas siempre que sea necesario. Pero parte importante de la responsabilidad de que el proyecto llegue a buen puerto recae sobre vuestros estudiantes y sus propios recursos.
  3. Fomenta la alfabetización mediática y digital. No es posible la elaboración de un proyecto sin pasar por una búsqueda de información. Y gran parte de ella estará disponible a través de medios de comunicación con Internet a la cabeza de todos ellos. Eso implica que el alumnado deberá afinar y entrenar su alfabetización crítica (y capacidad para la autocrítica) para poder discernir cuál es la información realmente valiosa (y verdadera) para alcanzar su objetivo.
  4. Facilita dinámicas que generan aprendizaje colaborativo, con todos los beneficios que eso implica. El intercambio, la responsabilidad compartida o la potenciación de las cualidades personales en aras de un objetivo común como es la consecución del proyecto son elementos propios del ABP, que también abraza la diversidad, la adaptación al cambio y la empatía como valores. 

 

Cómo gestionar el ABP en tus clases

El que la aplicación del ABP sea la adecuada a las necesidades del grupo clase y la asignatura en la que se implemente no es suficiente. La supervisión que se ejerza sobre su desarrollo es tanto o más importante que lo anterior para que el proyecto llegue a buen puerto. 

Este factor está estrechamente vinculado al papel del docente durante el desarrollo de la actividad. Lo que suele contar con algunos elementos y pasos más o menos inexcusables, que deberéis tener en cuenta a la hora de introducirlo en el aula.

  • Plantead una pregunta o desafío concreto, relacionado con vuestra asignatura, y que obligue al alumnado a buscar información y contrastarla, para así poder darle respuesta. Pensad que un proyecto puede ser inabarcable en ausencia de límites y directrices específicas. Así que pedid objetivos difíciles pero asumibles, teniendo en cuenta el grupo clase al que van dirigidos.
  • Organizad equipos pequeños, de entre 3 o 4 personas, adaptados a la envergadura de la tarea. El que sean tan reducidos garantizará que todos sus miembros participen y trabajen por igual, y que lo hagan colaborativamente.
  • Generad las condiciones para que el ABP (y el proceso de aprendizaje que supone) sea posible. Eso pasa por crear un contexto básico desde el que los y las alumnas puedan construir su proyecto. Y eso incluye posibles fuentes y bases de datos, parámetros de búsqueda, supervisión y temporalización de las tareas que hagan posible culminarlo con éxito.

 

El conocimiento a examen

Establecer una buena organización desde el inicio de la actividad, y darle la forma de objetivos a alcanzar es básico para el buen devenir del ABP por parte de vuestro alumnado. Los objetivos a alcanzar deben ser claros, tangibles, y vinculados a la materia que estéis enseñando. El primero de estos dos factores marcará el itinerario de aprendizaje de vuestro alumnado, y los pasos a seguir para alcanzar el objetivo u objetivos marcados. Y el segundo les servirá para plantear la metodología y recursos que pueden utilizar para lograrlo.

Pero ¿cómo pueden evaluarse todos estos objetivos, una vez el proceso ha llegado a su final? A continuación, os apuntamos tres aspectos complementarios que pueden ayudaros a llegar a buen puerto: 

  • Optad por un sistema de evaluación mixto, que combine indicadores de evaluación cuantitativos y medibles numéricamente. Estos últimos podrían ser el número de fuentes consultadas por el alumnado o la presencia de ciertos apartados o temas en el proyecto. Los indicadores cualitativos os resultarán más complejos de evaluar, ya que parten de una perspectiva mucho más personal. Pero son necesarios para valorar el éxito o fracaso de una actividad donde la capacidad de análisis de vuestro alumnado es una parte fundamental.
  • Compartid vuestra evaluación con el alumnado. Una buena forma de introducir esa reflexión compartida es la de obligarlos a presentar ante el resto del grupo clase los resultados de su investigación. De esta forma no solo comunican sus conclusiones al resto de sus compañeros, sino que puede debatirse si han tenido éxito o no. 
  • Impulsad la autoevaluación de vuestro alumnado como complemento del punto anterior, partiendo de la misma rúbrica que utilicéis vosotros como docentes. Eso les permitirá reflexionar sobre su proceso de aprendizaje y sus fortalezas y debilidades.

¿Utilizáis el ABP en vuestras clases? Compartid vuestras experiencias, inquietudes y consejos con todos nosotros y este post con vuestros contactos. 

 

Para saber más:

Artículo: Aprendizaje Basado en Proyectos para el Desarrollo de la Competencia Investigativa en Estudiantes de Educación Básica, por Walter Jesús Nontol-Nontol y Nolberto Arnildo Leyva-Aguilar.

Video: TEDxTigre: Aprender haciendo, por Daniel Heft.